Creo que las mafias quieren la libertad de hacer ellas lo que quieren.
Y la población se imagina que ellos vana mejorar con los nuevos poderosos.
Tal vez esto hable de que el estado ya cayó. O el estado como lo conocíamos hace 30 años. (O cómo nos lo imaginamos después del 83). Y ahora la gente mira hacia estos nuevos centros de poder que se miran más cómo oligarquías hereditarias que instituciones democráticas que aboguen por el bien común.